El verificador es usted
Normalmente suelo reflexionar y analizar cuestiones diferentes en mis colaboraciones del fin de semana para este diario. El viernes presento un análisis en formato de vídeo, y el domingo le invito a leer unas líneas sobre alguna otra cuestión diferente. Sin embargo, en esta ocasión, la importancia de lo sucedido, sobre todo porque la he vivido de manera muy intensa, me merece dedicarle más espacio.
El viernes le hablaba de las declaraciones hechas por Mark Zuckerberg, CEO de META (Facebook, Instagram) en las que reconocía sin remilgos que se le había ido la mano censurando en estas plataformas. Señaló a la presión recibida por la Administración de Biden, a los verificadores con sesgo político, y a los fallos del algoritmo. Una santísima trinidad, la de Zuckerberg, en la que no parecía caber el hecho de haber sido un auténtico felón y cobarde, vendido y cómplice de crímenes contra la vida, la salud, la libertad de movimiento, y la vulneración de derechos fundamentales en países como Estados Unidos o en la Unión Europea, donde aglutina millones de usuarios afectados y víctimas de todo ello.
El hecho de que las redes sociales —que han venido siendo una herramienta incuestionable de comunicación, que ha supuesto un cambio evidente en las maneras de gestionar la información, a nivel de comunicación, de política, de relaciones sociales, empresariales, personales— hayan hecho "trampas", ha supuesto un verdadero atentado contra la democracia y la convivencia. Ha sido un verdadero golpe de Estado. Y no, créame mi querido lector, que no exagero.
Que nuestro amigo Mark ahora confiese haber sido colaborador necesario en una deliberada campaña de desinformación masiva, evidencia que hubo interés por parte de un gobierno (al menos), el de Biden, que tuvo un interés manifiesto en que la información no fuera libre, ni plural. A pesar de ser cierta (como ha reconocido también Marc el pasado viernes en una entrevista donde explica que censuraron información relativa a las vacunas contra la covid-19, sabiendo que era cierta).
Para desarrollar todo este enorme entramado de comisión de delitos y vulneración de derechos fundamentales, se hizo necesario que otros colaborasen: los verificadores. Esas empresas privadas que participaban de organizaciones internacionales, regadas de dinero público y privado, para dedicarse a publicar "noticias" que........
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