“El cambio no es posible en cuatro años”
Un año y medio después de una ineptitud manifiesta, el desgobierno de Petro parece sumirse en un estado de desesperación incontrolada tras los pésimos resultados de una gestión que pretende encubrirse con una verborrea banal, buena para un congresista de la oposición, pero inútil para un gobernante que debe mostrar logros. Claro que hay quienes sostienen que esa ineptitud también es calculada porque a este gobierno le sirve que las cosas salgan mal, pues su propósito es arrasar con todo.
Pero Petro sabe que, para hacer cambios duraderos o para quedarse en el poder el tiempo suficiente para garantizar que esos cambios se mantengan, tiene que radicalizarse en exceso para afianzar un absolutismo tal que haga incontenible su autocracia. De ahí que lo que él hace está bien, pero no lo está si lo hacen otros, como ocurre con los nombramientos. Esta es la hora en la que Petro aún no nombra a muchos funcionarios, como los miembros de la Creg, y apenas la semana pasada nombró al director del Invima, un señor que ha llegado negando la escasez de muchos medicamentos, pero quieren el presidente y su jauría de seguidores que la........
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