El costo de la intransigencia y la intolerancia
La elección es ahora, en la primera vuelta del 16 de noviembre. ¿Por qué? Porque será muy importante que quienes pasen a segunda vuelta derroten a la candidata comunista y estén en condiciones de dar gobernabilidad a Chile, lo que requiere disposición al diálogo y vocación de acuerdo.
Recientes encuestas apuntan que Jeannette Jara, la candidata comunista, junto al republicano, José Antonio Kast, estarían en la papeleta para la segunda vuelta. De ser así, sería un hecho que polarizaría aún más a Chile. Por cierto, muchas personas han manifestado su intención de votar nulo o blanco.
Los anticuerpos que generan estos dos candidatos parecen tener raíces comunes y los efectos que se producen para la convivencia social son de análogas consecuencias.
De ganar la candidata Jeannette Jara, sería la primera vez que Chile eligiera un presidente comunista. El hecho traspasaría incluso nuestras fronteras, ya que se trata de un partido con principios y estrategia política en vías de extinción. Las democracias occidentales, los inversores, bancos, instituciones y agencias de notación, la social democracia europea… poco comprenderían de nuestro actuar.
La oposición, por su porte, presenta cinco candidatos en la primera vuelta. Y esta es la situación que haría posible el paso de Jara esté en segunda vuelta. Un cierto ego, y el poner los intereses partidarios por encima de Chile, impidieran que se efectuasen primarias en ese sector y que se pudiese competir en el Parlamento con una lista única por parte de la oposición.
Al escribir esta columna, se iniciaban conversaciones........
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