Todos. No solo los de oposición sino también aquellos diezmados oficialistas que todavía pululan por ahí carecen de un músculo para intentar resolver la profunda crisis económica, social y de gestión política del país. No hay un candidato que se muestra como ganador. Todos siguen instalados bajo un techo bajo y no parece que vayan a crecer un poco más. Casi ni medio peldaño.

Los bolivianos tenemos un voto muy valioso y que está atesorado en nuestros bolsillos y no estamos dispuestos a soltarlo hasta tener una mínima – liliputiense – certeza de “apostar” por el caballo ganador.

Los expertos insisten, siempre, en sus asesorías que un candidato debe tener tres elementos para pelear una candidatura: Dinero, estructura y narrativa.

Uno tiene dinero, los otros no mucho. Los recursos son vitales porque debes movilizar masas, armar eventos, caravanas, presencia de marca del candidato en barrios, ciudadelas; debes movilizar cuadrillas y, aunque suene frívolo, regalar gorras, camisetas o hasta pegatinas. Todo sirve. Vean la gorra MAGA de Trump y que es un símbolo de la ultraderecha a nivel mundial. En su momento fue la wiphala y que terminó siendo – impuesto – símbolo patrio y que convirtió la banda presidencial en una verdadera mescolanza de símbolos.

Casi nadie tiene estructura nacional, ni siquiera el MAS que ahora está........

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