Pifias e incidencias de la visita de Díaz-Canel a Moscú
LA HABANA, Cuba.- En la tarde de este martes, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del único partido y gobernante de la República de Cuba, arribó a Moscú para realizar una “visita de trabajo”. Aunque es evidente que, desde el punto de vista ruso, el acto más importante realizado en estos días fue la toma de posesión por parte de Vladimir Putin, ¡por quinta vez!, de la presidencia del gigante eslavo, el dirigente cubano no pudo estar presente… ¡por haber llegado tarde! Una más de las habituales pifias castrocomunistas.
¡Claro que, para el actual inquilino del imponente Kremlin moscovita, la presencia del jefe antillano en ese acto habría sido bienvenida! Es verdad que el santaclareño es un líder electo como candidato único y por los votos de algunos centenares de compatriotas; no puede ufanarse, como Vladímir Vladímirovich, de haber obtenido más de 76 millones de sufragios (el 88,48% de los emitidos), sin importar que la legitimidad de esas cifras, alcanzadas sin garantías y “frente” a candidatos “de mentiritas”, despierten fundadas dudas.
Pero es cierto que quienes llegan a ocupar la jefatura del Estado no por obra del voto libre emitido por sus conciudadanos en comicios democráticos, sino en virtud de la manipulación o la franca imposición (como es el caso de Putin y Díaz-Canel), no pueden andarse con muchos remilgos a la hora de formular invitaciones para su toma de posesión, o de recibir a los beneficiados por ellas.
El acto protocolar al que sí llegó a tiempo el invitado cubano fue la X Cumbre de la Unión Económica Euroasiática (UEE), en la que nuestro país participa en calidad de observador. La ocasión fue propicia para que Díaz-Canel pronunciara una larguísima perorata. En puridad, se trata de otra más de las constantes pifias a las que nos tienen acostumbrados los castrocomunistas. A continuación explicaré........
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