¿Qué pasó con el Zoológico de 26?
LA HABANA, Cuba. – Soy un viejo infeliz que fue un niño feliz. Soy un hombre muy triste, soy un viejo llorón y amargo, un hombre triste y amargo. Yo me he convertido en un hombre muy triste, en un viejo llorón y desabrido. Soy un hombre entristecido al que le ha dado por añorar su infancia, un hombre que provoca su memoria para que ella le devuelva algo del pasado y los recuerdos. Soy un viejo que hasta extravió las muchas fotos que su padre hiciera de esos años infantiles tan felices.
Hoy viré la casa al revés un montón de veces pero en ninguna de esas búsquedas encontré las diapositivas a color que buscaba, tampoco las imágenes más viejas, aquellas fijadas en blanco y negro sobre la cartulina. Mucho he indagado buscando eso a lo que a veces llamo “nuestros años felices”, pero ya no tengo ni siquiera esas imágenes que propiciarían los mejores recuerdos, esos que solo han quedado en mi memoria, en una memoria que se torna escurridiza.
Y en busca de esa infancia fui a dar al zoológico de la calle 26, del que me separa un tramo que es breve, que más bien es brevísimo. Yo fui hasta allí porque quería reconstruir, con mi dañada memoria, esa que estuvo resguardada en las tantísimas fotos que nos hiciera mi padre en aquel parque que aún resulta encantador en mi memoria.
Fui al zoológico a recordar, para ver a mi madre entonces muy delgada y esbelta y luciendo una blusa estampada de las fotos, como en aquel día. Fui a mirar a mi madre otra vez delgada, esbelta, y con aquel peinado que estuvo de moda en esos años y que aún me hace recordar al “príncipe valiente”. Yo fui al zoológico pero era larga la cola, y sedienta, y muy quejosa en todas esas conversaciones que escuché mientras esperaba.
Los niños hacían preguntas, querían saber lo que podrían encontrar en el zoológico que fuera fundado mucho antes de que la “Revolución” de Castro subiera al poder. Y los niños en la cola lloraban porque tenían sed. Los niños lloraban porque era demasiado larga la cola y la espera para ver a........
© Cubanet
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