El hambre no cree en pronósticos
LA HABANA, Cuba. – Muchos cubanos andan calentándose el cerebro con la bajada del dólar y la subida de los precios, lo cual significa que todavía son muchos los que hacen caso a los altoparlantes del régimen, que sin ningún argumento lógico echaron a volar la acusación de que el mercado cambiario informal estaba siendo dirigido desde una computadora en el “país enemigo”. Las divisas se han desplomado y, al contrario de lo que anticipaban los influencers de la esquina roja, el paquete de café importado que costaba 1.450 cuando el dólar se acercaba a los 400 pesos, ahora vale 1.700 mientras el viejo Washington se cotiza en 320 pesos.
Los sorprendidos sufren, los avisados aguantan sus reservas de moneda fuerte y los pescadores lanzan todas sus redes al río revuelto de los desesperados, porque siempre hay quien vende, sobre todo los que no tienen que partirse el lomo pagar ganar los dólares. Lo de ellos es cambiarlos al precio que buenamente les quieran pagar, para automáticamente ir a comprar el paquete de pollo de 10 libras que ya anda por los 4.500 pesos, un poco de picadillo, aceite, alguna chuchería para el niño de casa y guardar lo que sobre, si sobra.
Mientras tanto, al hijo del primer ministro le niegan el parole, pero su descarado intento de salir de Cuba mediante un programa humanitario es otra evidencia de que la........
© Cubanet
visit website