Viejitos que roban en los agros: otro logro de la “Revolución”
LA HABANA, Cuba. – Hace algunos meses esta servidora presenció cómo una señora muy entrada en años robó dos guayabas en un agro y fue sorprendida por el sujeto que vigilaba la puerta, quien la reprendió y humilló delante de todos los clientes. La escena fue doblemente terrible por la innecesaria dureza del vigilante y porque no todos los días se ve a una persona mayor, sin aspecto de indigente, robar algo tan trivial.
Poco tiempo después esa escena se repite en varios agros de La Habana, donde los vendedores, según su educación, procuran no arremeter contra ancianos hambrientos y evitan tener pérdidas, porque las cosas no están como para regalar, muchos menos a diario.
En un pequeño punto de venta de la calle Salud, en Centro Habana, una joven vendedora se entretiene por un momento mirando el televisor que allí tiene instalado para entretener a su niña mientras trabaja. Esos segundos fueron aprovechados por una señora que, ágilmente, metió en su bolso dos plátanos machos, que cuestan 35 pesos cada uno. No lucía desarreglada ni sucia. Habría pasado por una abuelita cualquiera.
Justo cuando se disponía a cerrar el bolso y salir, se percató de que yo la había visto y no supo qué hacer. Su expresión avergonzada y mi sorpresa fueron advertidas por la vendedora, que de inmediato supo lo que ocurría. La........
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