Venezuela, espacio tibio de la guerra fría
Desde el punto de vista estrictamente de la ganancia de votos, el tema internacional da pocos beneficios electorales. Entender e interesarse en ese tema, requiere de mucha información, criterio e identidad ideológica, lo cual ya delimita un auditorio más bien pequeño. Por eso, a excepción de algunos temas de impacto inmediato, como la migración masiva de compatriotas o las sanciones económicas, usadas como alegato por el gobierno para explicar la debacle económica del país, las cuestiones internacionales no aparecen en las declaraciones de los candidatos. Apenas el tema del Esequibo despierta un interés algo mayor.
Por otro lado, la presente campaña ha sido muy pobre, en conceptos, proyectos y ofertas, incluso en lo que se refiere a los temas nacionales: la debacle de los servicios públicos, la situación de la economía, la salud. Maduro insiste en prometer lo que no ha cumplido en más de diez años. Un ejemplo ya cómico es la insistencia en la "recuperación económica", anunciada al comienzo de todos y cada uno de los años que ha estado en la presidencia. Sus mensajes parecen dirigidos a segmentos muy delimitados de la población: evangélicos, sus propios seguidores, motopirueteros, los adultos de la tercera edad (creación del ministerio de la tercera edad y oferta de un eventual aumento de las pensiones via ley), las comunas. Han privado los espectáculos y la violencia simbólica: amenazas, insultos, todo lo que debería controlar la famosa "Ley del Odio". Los bailes sobre el vehículo militar, los rituales histéricos de evangélicos y santeros, el rugido de los motores de las motocicletas, etc. Esta ha sido una campaña llena de suspenso por las expectativas acerca de las trampas y los abusos de poder, la suspensión de las tarjetas o de la candidatura de la oposición o de los propios comicios. Los atropellos, ampliamente difundidos por las redes sociales, hacen pensar que Maduro ha sido el mejor jefe de campaña de MCM y EGU por convertirlos en héroes en la evitación o superación de los obstáculos. O tal vez que los dirigentes piensan que la intimidación va a tener una gran eficacia. Ha abundado el uso ilegal de los recursos del Estado, la convocatoria obligada o "nariceada" de los funcionarios públicos, la amenaza de prisión, la privación efectiva de la libertad de los activistas de la oposición o de sindicalistas incómodos, el castigo oficial (SENIAT) o no (las bandas armadas de los "colectivos") de negocios humildes, la reactividad frente a las acciones de la líder MCM, cuya leyenda se construye con proezas que ya la montan sobre un corcel blanco. Comunicacionalmente, privan las redes........
© Aporrea
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