"Los Roberto" y Ricardo Sánchez, "la vida te da sorpresas..." ¡Vaya pa´ la auyama!
La vida es demasiado cambiante, el día de mañana será distinto y seremos otros, pese no lo percibamos, dados esos cambios, mayormente parecieran imperceptibles. Cuando uno llega a la ancianidad, como quien esto escribe, "al mirar la vista atrás", como dijo Machado, hasta allá, a los años juveniles, percibe los casi radicales cambios, pese mientras estos se acumulaban alrededor de uno, nos eran desapercibidos. Sucede como cuando a una niña que, dejamos de ver prontamente, pasado los años, se nos presenta o no las presentan, ya adulta. No es tampoco un salto, pues este pese nos traslada de un sitio a otro, invierte apenas segundos. Esos cambios "revolucionarios", explosivos, como el salto, de un momento para otro, no son sino ficciones, pues ellos suelen ser resultado de la suma de muchos y por cierto tiempo, aparte de otros ingredientes.
Pero si hay cambios que lucen como repentimos, apenas formales; tanto lo parecen que, en veces en uno, produce la sensación que, ante los ojos estallaron intensas luces de colores tan diversos que marean y hacen perder el equilibrio y sentido. Esto sentí, cuando me enteré que a Ricardo Sánchez, le pusieron al frente de un cargo, ministerio de Educación superior, donde he visto pasar, a lo largo de mi vida, a tanta gente ilustre y pese, las diferencias que uno haya tenido con ellas, han sido dignas de nuestro respeto y hasta admiración por sus méritos y obras. Pienso que es sustantivo poner énfasis en cuidar las formas.
Ricardo Sánchez, recuerdo, fue un joven que hacía oposición al gobierno de Chávez y luego a Maduro, dentro de las filas que lideraba y lidera la señora MCM, como dirigente estudiantil de la UCV, si mal no recuerdo. Y por esta circunstancia, solía ser muy solicitado por los medios informativos, incluyendo la televisión, más que todo por el carácter de aquellas luchas que, no se distinguían por lo ilustrado de quienes las dirigían y menos había propuestas dignas, ideas destinadas a hacer algo si, no brillante, por lo menos mejor de lo que se venía haciendo o por lo que se dejaba de hacer, sino por el proceder determinante y casi único, la guarimba y la procacidad. Si algo era distintivo o digno de recordar acerca de ese personaje, era que lucía como alguien metido dentro de un traje........
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