La transformación también pasa por la cultura. Necesitamos una ciudadanía informada y comprometida con el uso racional del agua, así como jóvenes líderes que entiendan el agua no desde la disyuntiva entre la producción y la conservación, sino desde la eficiencia y la sostenibilidad.

En Santander, hablar de agua suele generar controversia. Algunas actividades como la minería, los hidrocarburos o la agricultura intensiva son frecuentemente señaladas, más por prejuicios que por criterios técnicos. Pero si el objetivo es construir una región competitiva, con empleo y bienestar para sus habitantes, necesitamos un debate más sensato y estratégico. En ese debate, el agua debe ocupar el centro de la conversación.

El agua no solo es un derecho humano, es un........

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