Pequeñas f(r)icciones: Todos podemos ser presidente
Piero Corvetto, el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), dibuja su mejor sonrisa mientras, con ambas manos, enseña al país un par de papeles enormes, dos verdaderas sábanas donde símbolos y letras se hacinan sin ningún rubor. Ambos papelógrafos representan, en tamaño, longitud y escándalo, las cédulas de votación a las que los peruanos —como si necesitáramos más problemas— nos vamos a enfrentar en las próximas elecciones generales de 2026: a saber, una lista inacabable de 42 agrupaciones políticas.
Pero, realmente, ¿qué se necesita para ser candidato presidencial? Seguro usted, amable lector, se siente capacitado para, a partir de julio de 2026, manejar las riendas del país, o lo que quede de él. Y tiene toda la razón. ¿Qué puede tener, por ejemplo, Dina Boluarte que no tenga usted? Digo, aparte de sus Rolex. Muy probablemente, nada. ¿Qué talento incomparable habrá tenido Pedro Castillo que usted no tiene? A lo mucho, su sombrero chotano. ¿O qué característica particular tuvo Francisco Sagasti que usted no pueda tener? Aparte, claro, de su pañuelo al cuello. De hecho que nada. Y si bien, tanto Boluarte como Sagasti llegaron a la Presidencia sin haber sido candidatos presidenciales, usted debe ir a lo seguro.
Empecemos. La primera fase que tiene que superar es el cumplimiento de los requisitos de ley. Estos son:
SER PERUANO DE NACIMIENTO: este requisito es el más sencillo de todos. Usted no tiene que hacer nada. Cuando llegue el momento —dilatación 10—, y por más cómodo que haya estado en ese húmedo refugio de paz, lo único que tiene que hacer es dejarse llevar, incluso........
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