William Anseume: El peligro de disentir
En la humanidad sobran los ejemplos de quienes pagaron con su vida el hecho de no concordar con las ideas de otros y manifestarlo de cualquier modo. El poder, de la naturaleza que sea, pareciera requerir concordia permanente, absoluta, para nutrirse y sostenerse firme, dispuesto a atacar por cualquier medio cualquier disentimiento, como atacan las defensas del organismo humano cualquier invasión lesiva.
Pensemos solo en Galileo Galilei, quien con la verdad científica en la mano, enfrentó al poder contrariado que lo intentó envilecer, finalmente confinándolo y custodiándolo a sus setenta años. Porque, sin embargo, se mueve. Antes y después de él, la humanidad está repleta de persecuciones al pensamiento disidente.
Disentir........
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