Luis Rodríguez Moreno: el periodista que nunca dejó de contar historias, por Luis Alberto Perozo Padua
Hay hombres que parecen haber nacido con un lápiz en la mano y un cuaderno en el corazón. Luis Rodríguez Moreno fue uno de ellos. Su vida no se entiende sin el olor de la tinta, sin el trajín de la redacción, sin el murmullo de las calles que convirtió en memoria escrita.
Barquisimeto lo vio nacer y lo formó, pero también lo escuchó contar, una y otra vez, la historia íntima de sus esquinas, sus personajes y sus pasiones. El 23 de septiembre de 2025, con su partida, se apagó una de las voces más fieles del periodismo larense, pero también la de un conversador empedernido que nunca supo —ni quiso— callar.
Lo conocí en esas tertulias sabatinas de EL IMPULSO, cuando la redacción aún vibraba con el humo del café y el murmullo de teclas golpeando las viejas computadoras. Se sentaba en una silla de la Redacción, con esa sonrisa apenas esbozada, y de inmediato nos atrapaba. Siempre, siempre, pero siempre tenía un nuevo episodio que narrar.
Podía ser la anécdota de una corrida de toros en el viejo Circo Arenas o en el Complejo Ferial de Barquisimeto, un........
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