Ángel Cacique: El mito de Sísifo y la democracia en Venezuela
El tortuoso camino de la democracia en Venezuela
El mito de Sísifo. Cuenta Homero, el ilustre escritor griego en la Odisea que Sísifo fue obligado a cumplir su castigo, que consistía en empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanza la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio, una y otra vez[i].
Esta es la tragedia de Venezuela, la imposibilidad de lograr la ampliación y profundización de la democracia, de construir mecanismos inteligentes de participación, consenso, de libre mercado, con seguridad jurídica e igualdad ante la ley, de tener posibilidades ciertas de elegir que, se respeten a los resultados electorales, la inexistencia de comicios equilibrados, competitivos, con transparencia y confiabilidad, procesos electorales en los que el ventajismo, el abuso implican el desconocimiento de las leyes, lo cual en la práctica anulan el voto como instrumento de cambio pacífico e inhiben el desarrollo integral del país, impiden el aumento de la productividad, el crecimiento de las inversiones, externalidades que anulan el desarrollo de la calidad en la educación, la competitividad, la excelencia desvirtuando toda acción social, económica que promueva el desarrollo democrático del país.
Sinergia política negativa que, no permiten la diversificación económica y con ello el aumento de la capacidad exportadora de una cartera amplia de productos elaborados de importancia comercial global, circunscribiendo el país al Extractivismo[ii]. Al Rentismo[iii] parasitario, dependiendo exclusivamente del petróleo, del oro de sangre[iv] (ambos propiciando un altísimo daño, costo, medio ambiental), lo cual no posibilita el desarrollo y el bienestar aparejado al progreso, al aumento de la riqueza real que, signifique la disminución de la acentuada desigualdad y con él, un desarrollo democrático que permita conquistar un mejor futuro para todos los venezolanos.
La sisifemia© La Patilla
