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El ajuste inmobiliario

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30.11.2025

Las posiciones son encontradas, y hasta radicalmente opuestas. Hay quienes dicen que el mercado inmobiliario atravesará un complejo episodio, dado que las tasas de interés, así como la precaución extrema de los otorgantes de crédito, harán difícil que se vendan inmuebles recientemente construidos. Por otro lado, se anticipa presión en el lado de la oferta, ya que saldrán a la venta inmuebles hipotecados por parte de quienes no puedan, o no quieran, pagar las elevadas mensualidades que resultarán del incremento en las tasas de interés, las cuales, se han comenzado a separar de la baja inducida artificialmente por los bancos centrales.

Así es, lo bancos perciben y absorben la decretada baja en tasas, pero las incrementan a su clientela. En México, desde 1989, se dejó de regular el margen financiero, habiéndose liberado indiscriminadamente, lo que, lejos de propiciar orden en el mercado, nos condujo al absurdo, irracional, y hasta ilícito, margen financiero que padecen los mexicanos. Prevalece una distancia más que injusta entre tasas activas y pasivas. El movimiento del tabasqueño quedó a deber todo al respecto. A pesar de ser una de las banderas principales enarboladas por quien lo encabeza, él se abstuvo de impulsar reformas que balancearán y sanearán el mercado financiero, se olvidó de quienes le apoyaron. Ellos pagarán en breve el no haberle exigido acción oportuna y paliativa.

Así como supo negociar cómplice silencio cuando se creó el IPAB, a lo largo de su sexenio, López Obrador toleró todo tipo de excesos y abusos en el manejo de los intermediarios financieros, particularmente, los bancarios. Fue su sexenio la época dorada en materia de dividendos bancarios, así como de una más que laxa y flexible supervisión. Autoridades del exterior, apenas, han señalado a tres intermediarios, sin que autoridad alguna pudiera despejar o esclarecer de fondo las imputaciones. Lo que ocurrió en el sector está aún por descubrirse. Con sustento, hay quienes piensan que cualquiera puede ser objeto de señalamiento, dado que el desorden en las cuentas es generalizado.

Aunque pocos lo saben, el Fobaproa no vio el fin de siglo, desapareció por mandato del legislador en el año 2000, habiéndose cancelado sus contratos y pagarés, por lo que, decir que se pagó o paga el rescate operado por el vapuleado fideicomiso es completamente falso y propio de políticos cínicos. Lo real, es que López Obrador supo encumbrarse políticamente, abriendo........

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