Transformar la cadena de suministro no es un reto más; es el reto
En los últimos años, muchas organizaciones han buscado integrar la sostenibilidad en distintas áreas de su operación. Desde la eficiencia energética en sus instalaciones hasta el fortalecimiento de políticas de inclusión laboral, se han logrado avances importantes. Sin embargo, estos esfuerzos, aunque necesarios, son insuficientes si no se extienden a toda la red de valor.
La cadena de suministro representa, en la mayoría de los casos, el principal generador de impactos sociales y ambientales de una empresa. Es allí donde se concentra gran parte del consumo de recursos, las emisiones indirectas y los riesgos asociados a prácticas laborales. Por ello, ninguna estrategia de sostenibilidad puede considerarse completa si no incluye una transformación estructural y progresiva de la cadena de suministro.
Hoy más que nunca, la sostenibilidad no puede ser entendida como un esfuerzo aislado. Requiere una mirada sistémica, que considere cada eslabón productivo y logístico, desde el origen de los insumos hasta la entrega final del producto o servicio. Ese es el verdadero alcance de una estrategia corporativa con visión de largo plazo.
Durante mucho tiempo, la relación con proveedores se ha gestionado desde una lógica de costos y eficiencia operativa. Pero los desafíos actuales obligan a repensar esta visión. Las empresas que aspiran a cumplir objetivos ambientales, sociales o de gobernanza deben pasar de una relación transaccional a una relación colaborativa con sus cadenas de suministro.
Esto implica conocer a profundidad los procesos,........
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