La brutalidad de un sistema que fabrica culpables
La salida de Israel Vallarta, después de 20 años en prisión, debió ser un punto de inflexión para el país. Pero no lo fue. El actual fiscal Alejandro Gertz Manero declaró: “El hecho de que Vallarta haya salido libre no significa que no haya víctimas”, una frase que sembró dudas sobre su inocencia y desvió la atención de lo verdaderamente importante: la inocencia en prisión como una deuda pendiente del Estado mexicano. Porque lo urgente no es discutir si Vallarta regresa o no a la cárcel, sino preguntarnos cuántas personas inocentes siguen tras las rejas, invisibles, víctimas de un sistema que fabrica culpables.
El caso de Dulce Belem Sánchez Castañeda es uno de los ejemplos más........
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