Colombia atraviesa un momento de pérdida. Perdemos confianza, rumbo, seguridad y orden. La economía se desacelera, la convivencia está fracturada y la sensación de descontrol se ha instalado en la vida cotidiana. Cada día cuesta más creer en las instituciones, en el trabajo honesto y en la promesa de bienestar. Abundan promesas fáciles, justificaciones y discursos en los que la solución dependa siempre de alguien más.

Pero el Estado no crea riqueza. No genera empleo. No enseña valores. Lo hacen las personas. Por eso, en tiempos de tanta confusión, lo que Colombia necesita no es más retórica de subsidios ni discursos de victimismo, sino una mano con firmeza, carácter y sentido ético. Hace falta liderazgo, convicción y una visión clara del país que queremos ser.

Recientemente se cumplió el centenario del nacimiento de Margaret Thatcher, la mujer que cambió la historia del Reino Unido y que marcó un antes y un después en la política. En los años setenta, Inglaterra era “el enfermo de........

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