Buena Nueva: ¡Cuidado con el lobo!
A Jesús le gustaba compararnos con las ovejas. El es el Buen Pastor que da su vida por sus ovejas. Sus ovejas somos todos: los que están dentro del corral y los de fuera del corral. Dice Jesús: “Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano” (Jn. 10, 27-30).
Pero para eso hay una condición: “Mis ovejas oyen mi voz… y me siguen”.
¿Cómo escuchar la voz de Dios para poder seguirlo a El y sólo a El? Hay muchas voces a nuestro derredor: los medios de comunicación, las malas compañías, los enemigos de Dios, los cuestionadores de la Verdad, los guías desviados,........
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