Crónicas y relatos de la migración: Monkey Bars
Un niño siempre quiere treparse a los árboles y subirse a los techos de las casas, mecerse en el columpio, girar en la rueda o montarse en el sube y baja. Todas esas cosas las hizo el abuelo cuando era pequeño. «Anda y móntate otra vez, verás que se siente bien», se animó decidido. Hace un año se meció en los columpios de Central Park, en Nueva York, donde las hijas le tomaron fotos y grabaron videos para dejar constancia de su audacia.
Esta vez, sin testigos, repitió la rutina en un solitario parque de un colegio vecino a la casa de su nieta en Stamford, Connecticut. De nuevo tenía razón aquella voz: «me sentí tan bien a los sesenta y seis como a los sesenta y cinco», concluyó el abuelo en casa de su familia que ha........
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