Crónicas y relatos de la migración: Camino a Bucaramanga
El viaje de Barquisimeto a San Cristóbal estuvo atestado de alcabalas y policías acostados, con la angustia recargada en cada estación de gasolina cerrada, y la fe puesta en que el bidón de cuarenta litros alcanzara para llegar hasta Táriba. El migrante tenía los datos de una persona que lo ayudaría con los trámites al cruzar la frontera caminando, para luego tomar un colectivo que lo trasladara hasta Cúcuta. Era importante que su entrada a Colombia estuviera refrendada con el sello en su pasaporte, caso contrario corría el riesgo de ser devuelto en las requisas a los autobuses que la policía colombiana montaba entre Cúcuta y Pamplona, camino a Bucaramanga.
Van pasando los páramos, el frío se siente en las ventanillas. Al cruzar........
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