Limpia tu acera antes de señalar a la del vecino
Ricardo Tribin Acosta
Que fácil resulta mirar la pajita en el ojo ajeno cuando no observamos la gran viga en el propio. En la vida, solemos mirar hacia afuera en busca de respuestas, culpables o soluciones. Sin embargo, el verdadero cambio comienza en nuestro interior. No podemos construir algo valioso sin antes ordenar nuestra propia casa, sin barrer nuestra propia acera y para ello se necesita tener la mente abierta.
En variadas oportunidades caemos en la tentación de señalar los errores de los demás, de juzgar sus fallas y de dictar lo que deberían hacer. Pero ¿qué tan limpio está nuestro propio espacio? En lugar de enfocarnos en los defectos ajenos, el reto será mejor el de mirar hacia adentro y........
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