Neverg Londoño Arias

Acosados por la pobreza, las limitadas oportunidades de trabajo, la violencia, las persecuciones sociales, políticas y de género, la poca seguridad y las guerras sin fin, muchas personas en infinidad de países se ven obligadas a huir haciendo uso del derecho a solicitar un espacio en otro lugar del mundo donde sea posible la permanencia y segura la vida.

Las personas que buscan refugio encuentran la resistencia de los países ricos que responden con políticas disuasivas, haciéndose los sordos o trasladando la responsabilidad a otros. Las respuestas vacías de vallas, trabas legales, discriminación, racismo, xenofobia y amenazas de encarcelamiento y deportación, llevan a considerar que “el problema no son las personas, sino las causas que empujan las familias e individuos a cruzar fronteras y las formas miopes y poco realistas en que responden los políticos a ellas”.

Los refugiados no atendidos se ven obligados a hacer uso del último recurso que ofrecen traficantes y contrabandistas para hacer el ingreso no autorizado. En calidad de indocumentados se convierten en víctimas de todo tipo de explotación y amenaza, viviendo en permanente zozobra por su situación y pagando en dinero y servicios por el silencio. Se desconoce al ser humano: profesionales, artistas,........

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