Muy poco que celebrar
Por: Carlos Tobar
Cumplió la ciudad 413 años de fundada. Fuera de la resistencia frente al tiempo, hay muy poco por celebrar. Es una ciudad que hace más de 30 o 40 años perdió el rumbo. Crece por inercia propia; sus habitantes con su dinámica natural y cotidiana la vienen construyendo desde siempre.
Lo evidente es que no hay quien la piense. No, desde la óptica de las autoridades locales. Casi que puede afirmarse que cada quién hace lo que quiere o se le ocurre. Es la reacción espontánea de una ciudadanía que busca solución a sus problemas cotidianos de trabajo, vivienda, transporte, comercio, educación, salud y, un largo etcétera.
La clase política que la ha dirigido ha llegado para “ir por lo suyo”. Un sistema político perverso, corrompido........
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