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La Argentina que viene

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Con prescindencia del resultado electoral del 26 de noviembre, la Argentina que fue no regresará. La deriva del funesto período actual condensa una prolongada decadencia, un fracaso de larga data, que ahora precipita. La historia eligió con acierto los figurantes para el último acto. Ignorancia, mezquindad, ramplonería, miopía, cobardía, son atributos no sólo de reptantes a altos sitios del poder, sino también de quienes dicen oponérseles desde los escombros de partidos, iglesias, aparatos sindicales y cualquier otra institución de la burguesía y sus adláteres.

No habrá retorno. Incluso si el país no cae en un torbellino de violencia, el futuro anuncia una drástica transformación anticapitalista o la desintegración social, disgregación territorial, desaparición de la nación. Pueden descreer de estas afirmaciones quienes en 2015 votaron a Daniel Scioli para oponerse a Mauricio Macri.

Sinfonía de un nuevo mundo

Mientras se resuelve esa alternativa, quienes actúen en la encrucijada histórica habrán de saber que tampoco el mundo es el conocido hasta ayer. Es ya una realidad el hundimiento del imperio más poderoso de la historia. Estados Unidos ha perdido la primacía económica y la hegemonía política mundiales. No las recuperará. El inexorable derrumbe del dólar y el efecto que esto provocará sobre el capitalismo mundial será devastador. El eje político del planeta se desplazará hacia el Este y la humanidad comenzará una nueva era, imprevisible, pero con rasgos opuestos a los dominantes desde la Revolución Industrial. La transición ha comenzado con el derrumbe del statu quo ante. Aun en medio de la bruma está claro que no será un regreso al medioevo, aunque la irracionalidad capitalista amenaza a Rusia con armas nucleares. Tras la derrota de la Unión Europea y Estados Unidos en la guerra contra Rusia librada en Ucrania, está planteada la disgregación de la Unión Europea y del propio Estados Unidos. Washington jugó al estallido interno de China, tratando de reeditar la estrategia coronada con la desintegración de la Unión Soviética, para lo que contó con el decisivo apoyo........

© Aporrea