Hemos dicho, que es preocupante el drama electoral del 28 de julio del pasado año, igualmente, lo ocurrido el pasado 10 de enero, pero también dijimos, que nos encontramos en un momento histórico y una diatriba, donde no queda otra que afrontar los hechos y la intolerancia, sin dejar de atacar a la terca abstención, considerando que ¡todo proceso electoral es a la política, como la batalla es a la guerra, se gana o se pierde, pero si no se vota o se pelea, siempre se pierde! Y, como también lo dijimos en un anterior artículo, “Efectos de la abstención”; “…el resultado de los procesos ha sido pronosticado por una oposición superficial, esa que es oposición pero que no está de acuerdo con ella; personas que sienten satisfacción orgásmica cuando alguien escribe una estupidez concordada, que no entiende ni sabe lo que es, pero que quien lo propone es un reconocido líder, como lamentablemente ocurrió, de quien se dice lo sabe todo y ha estado en el juego”; más grave aún, que sea el líder quien promueva la obtención, sabiéndolo o no, como hemos dicho, comparando el votar como la batalla en la guerra; y en este sentido compartimos el criterio expuesto por Franklin Piccone, quien dijo, que luego de los resultados presidenciales anunciados el pasado 28 de julio del 2024 por el CNE, Venezuela sufriría una crisis de participación política, por cuanto al desconocerse los resultados de las votaciones,........

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