Esto eran mangas
Observar el paisaje es una fórmula que refrenda la memoria y nos transporta a lo vivido. En mi infancia, recorrí todas las calles de La Ceja del Tambo en bicicleta; eran otros tiempos. A cuadra y media de la plaza principal, saliendo hacia Medellín, vivían mis abuelos en un caserón inmenso y esa zona céntrica era predominantemente residencial.
Allí habitaban distinguidas familias, de generaciones mayores y con numerosa descendencia; las fachadas conservaban características arquitectónicas muy tradicionales, uno o tal vez dos pisos como máximo, aleros, zócalos, madera natural; en su interior iluminados patios, generosos solares y habitaciones en galería.
A la basílica de la plaza, por ejemplo, ninguna construcción la superaba en........
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