¡Nos invade la fiebre amarilla!
Pero si un criadero de estos diera plata, seguro que le hubieran caído hace rato a ver qué tajada sacan —intervino el ilustre profesor Gregorio Montebell—.
Nos llegó la plaga, y poco o nada hacen las secretarías de Salud departamental y municipales por controlar los criaderos de zancudos —dijo alarmada doña Nati—; fíjense que en Santander ya comenzaron a aparecer los primeros pacientes con síntomas de fiebre amarilla. Hemos podido ver cómo hay botaderos de basuras y escombros de donde salen millones de animales a poblar los alrededores, y espacios que debieran estar asistidos por las autoridades, pero no. Por ejemplo, en el barrio Pan de Azúcar hay una piscina abandonada desde hace años en la........
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