El alma de las ciudades
Las zonas comunes en los edificios también cumplen un rol esencial. Un salón comunal amplio y bien dotado, una terraza compartida, una zona infantil o una piscina no son simples “amenidades”, son extensiones del hogar que fomentan la convivencia, la solidaridad y el sentido de pertenencia.
En mi reciente visita a Costa del Este en Panamá, pude ver cómo se construye una comunidad con espacio para todos. Es un ejemplo vivo de urbanismo que entiende que la calidad de vida no depende solo de la vivienda, sino también de todo lo que la rodea. Colegios, oficinas, supermercados y servicios esenciales se encuentran a pocos minutos del hogar, permitiendo que las personas ganen tiempo para lo verdaderamente importante:........
© Vanguardia
