Tras las elecciones europeas ¿Cómo parar el ascenso de la extrema derecha?
Las elecciones al Parlamento europeo han dejado algunas reflexiones: el aumento de la abstención como consecuencia de un alejamiento creciente de trabajadores y jóvenes de las instituciones y de los partidos en los que se ven representados/as, mientras se deterioran seriamente las condiciones de vida: caída de los salarios y las pensiones, precariedad en el empleo, recortes en los servicios públicos, dificultades de acceso a la vivienda.
Una abstención que castiga más los partidos de la izquierda parlamentaria y permite un avance la derecha (el PP europeo) y especialmente la extrema derecha (tanto el CRE de Meloni o ID de Le Pen), que capitaliza parte del descontento de sectores de clases medias empobrecidas y un sector de la clase obrera, como ya ocurrió en las movilizaciones agrarias. La extrema derecha se ha visto beneficiada del militarismo que han abrazo los gobiernos europeos y el endurecimiento de la política migratoria que hacía suyo sus postulados reaccionarios.
Se ha votado también contra los gobiernos, que son los que han aplicado los planes de ajuste contra trabajadores y sectores populares. Los grupos parlamentarios socialistas y de La Izquierda se mantienen, en general pierden cuando están en el gobierno y crecen desde la oposición. Los grandes damnificados han sido los liberales y los verdes que habían tenido un alza importante en el 2019.
Esta combinación de factores ha tenido su máxima expresión en la crisis en los gobiernos en el corazón la Unión europea: Alemania y Francia, también en Bélgica, donde cae el primer ministro.
Macron, que cae 10 escaños, convocó a elecciones generales para el próximo 30 de junio y 7 de julio en segunda vuelta. Las grandes movilizaciones de los chalecos........
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