No basta con recordar las muertes en el trabajo, hay que denunciarlas
Desconozco los efectos positivos de adjudicar a cada causa un día internacional, el caso es que cualquier animal en peligro de extinción y todo derecho perseguido lo tienen. A la seguridad en el trabajo la ONU le dedicó el 28 de abril. Una jornada para lamentar y denunciar (como deberíamos hacer todos los días del año) los accidentes laborales, especialmente los que provocan muertes de personas trabajadoras.
Han sido 796 los fallecimientos producidos en 2024 en siniestros en el lugar de trabajo o camino del mismo. No solamente son muchos; es que son un 10´4 % más que los sufridos el año precedente. Son muchas muertes, demasiadas, y lo son por el dolor que arrastran consigo y porque gran parte de ellas se podrían haber evitado aplicando con más rigor las normas de seguridad y prevención de riesgos laborales.
Frente a esos dramáticos y alarmantes datos no caben excusas a costa de las fatalidades de la vida; tampoco pueden servirnos las condolencias tardías de patronal y autoridades, ni mucho menos la recurrente práctica de culpar de negligencia o irresponsabilidad a la propia víctima del accidente.
No puede ser que a pesar de las actualizadas leyes que regulan todo lo relativo a la prevención laboral, que obligan a tener planes al respecto en las empresas, a formar a los trabajadores mediante cursos sobre los riesgos de su actividad........
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