La negación
Los gobiernos de la llamada Transición Democrática y los de la autonombrada Cuarta Transformación han sido los gobiernos del horror y el miedo. La realidad no cesa de mostrarlo: más 500 mil asesinados, más de 100 mil desaparecidos, más de tres mil fosas clandestinas, 98% de impunidad, interminables masacres y exhibiciones de cuerpos mutilados, colusiones del crimen organizado con funcionarios del Estado, inseguridad galopante y una creciente militarización.
Desde hace mucho padecemos una situación equiparable a paÃses en guerra, con conflictos internos armados o cooptados por una lógica criminal. Pese a ello, los gobiernos de los últimos 18 años no han hecho otra cosa que negarlo y reducir esa realidad a un asunto de nota roja que se combate con balazos (Calderón), ignorándola (Peña Nieto), atendiendo la pobreza (López Obrador) o con golpes mediáticos como la operación Enjambre o el reciente decomiso de un cargamento de fentanilo en Sinaloa (Sheinbaum). La consecuencia es que vivimos cada vez más como animales de rastro, privados de futuro y obligados a aceptar que esa vida es normal.
PodrÃa ser distinto. Pero eso exigirÃa caminar por un derrotero que no parece estar en la lógica de Sheinbaum, de la 4T, de los partidos polÃticos y de una buena parte del paÃs: admitir que nos encontramos en una situación de violencia extrema ante la cual el Estado es incapaz de responder y que es necesario crear, junto con las partes sanas de todos los sectores de la sociedad, una polÃtica de........
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