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Julio Scherer Ibarra

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24.05.2025

Julio Scherer Ibarra ha sido colocado en el centro de una tempestad mediática por acusaciones que, más que fundadas, parecen hilvanadas con hilos de conveniencia, oportunismo y distorsiones interesadas. Su desempeño como consejero jurídico de la Presidencia fue una decisión motivada por el compromiso institucional, con renuencia de Julio, no por ambiciones personales ni afán de notoriedad. Quienes han tenido trato profesional y personal con él —me incluyo— coinciden en su estilo sobrio, discreto y ajeno al protagonismo. En mi caso personal he tenido y tengo la mejor impresión de él, de ahí que escriba estas líneas para no incurrir en la solidaridad en privado, si acaso, y el silencio en público, que tanto se practica. Veamos.

Primero. Los hechos que se le imputan a Julio han sido construidos mediáticamente, sin el respaldo de evidencias verificables ni de actos formales de autoridad. Los principios básicos del derecho penal son categóricos: nullum crimen, nulla poena sine lege et sine probatione. Es decir, no hay delito sin ley previa, ni responsabilidad sin pruebas. El señalamiento público no puede suplantar al debido proceso. Y, sin embargo, eso es lo que ha ocurrido: se ha intentado sustituir el estándar probatorio por una narrativa mediática. Televisa ha difundido una versión que no ha sido sostenida ni judicial ni ministerialmente. Las acusaciones presentadas carecen de elementos objetivos de prueba y se apoyan, en........

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