El club es escuela o es nada
A sus 15 años, Luis es una estrella en su categoría. Encara con una facilidad desconcertante, ve el pase antes que el resto, tiene gol y liderazgo. Ha sido convocado a la selección sub-15 del Perú. En su club, todos lo admiran. En la cancha, brilla. En el aula, se apaga.
Luis tiene al menos dos años de retraso académico. Le cuesta redactar una oración coherente, no logra resolver problemas matemáticos básicos y su nivel de comprensión lectora es alarmantemente bajo. Sus profesores lo quieren, lo miman, lo admiran. Pero, debajo de ese carisma encantador y de ese talento precoz, hay una verdad incómoda: Luis no está preparado cognitivamente para enfrentar el mundo más allá del balón.
