Luchar por el poder no es igual a gobernar
Los sistemas democráticos establecen ciclos de competencia y gobierno. Las elecciones, con todas sus variantes institucionales, deberían ser los mo mentos donde se dirime las ambiciones de poder, seguidos por periodos de gobierno donde la energía política se orienta a la administración y el bienestar común. Sin embargo, en contextos de polarización extrema, esta alternancia se rompe y la lucha por el poder se vuelve ininterrumpida.
En el Perú, hace ya casi una década, vivimos en una especie de final permanente, donde el juego de poder nunca termina. No hay tregua, ni espera, ni preparación........
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