La era de la vergüenza
Hace no mucho lidiaba con la culpa. Cada vez más me encuentro con la vergüenza. Dos emociones complejas que domestican y controlan. La primera nos pone frente al auditorio de nuestra propia mente por algo que hemos hecho o dejado de hacer. Obliga a negociar, reparar, pedir perdón. La segunda nos enfrenta a un público del que somos parte. Pone en duda nuestro derecho a pertenecer, más que nuestros actos. Cuando la sentimos, queremos desaparecer; que la tierra nos trague.
En sociedades agrarias y grupos pequeños, donde todos se conocen, la picota y el escarnio público disuadían. Luego, vino la culpa victoriana, útil en ciudades grandes,........
© Perú21
