El borde del abismo
Los padres somos miedosos. Nuestros miedos giran alrededor del futuro de nuestros hijos. Es normal: la mayor inversión de nuestras vidas es la vida de quienes llevan nuestros genes. Digamos que, para quitar cualquier adorno, nuestros hijos son el negocio de nuestras vidas.
Muchos padres tememos que nuestros hijos se desbanden, derrapen, no la hagan. Comenzamos a actuar como si la hipótesis más verosímil fuera que el curso que siguen los chicos conduce, si no cambian las cosas de manera radical, al abismo.
Nos convertimos en señales de peligro ambulantes: miradas, palabras y gestos están permanentemente anunciando y........
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