Bolivia es un país bendecido por la naturaleza, pero condenado por su clase dirigente y política. Ellos poseen una gigantesca riqueza minera, gasífera, agrícola y ganadera. Por sus potencialidades económicas debería ser la ‘Suiza de América’; sin embargo, vive en constante zozobra e inestabilidad, su PBI es bajo y su población muy pobre.

Esta es una situación autoinfligida por la constante sucesión de decisiones de Gobierno basadas en el populismo, cortoplacismo, demagogia, sobreendeudamiento y despilfarro. La catástrofe actual la gestó, desde el 2006, Evo Morales y su entonces ministro de Economía —y hoy presidente— Luis Arce, y tiene su génesis en la nacionalización de los hidrocarburos y el manejo populista de las cuentas fiscales.

La industria gasífera, petrolera, así como la........

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