Hace algunos días tuve la oportunidad de participar de una visita nocturna al Museo Larco, y aunque los elementos en exhibición no cobraron vida como en la conocida película, debo admitir que fue una experiencia igualmente asombrosa. El recorrido guiado por Ulla Holmquist, exministra de cultura y actual directora del museo -a quien debo muchas de las frases que inspiraron este artículo- fue no solo un interesante viaje al pasado, sino una reflexión sobre muchos conocimientos y valores que parecemos haber olvidado.

Uno de los primeros elementos que me cautivó fue un fardo funerario de la época preincaica que albergaba a un niño que había nacido con algún........

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