Un fuerte sismo sacudió el Callao y Lima esta semana. Fue uno de esos temblores que no se olvidan fácilmente: largo, contundente. Uno de esos que generan miedo y que nos provocan las preguntas de si estamos realmente preparados. Mientras en redes sociales circulaban memes nerviosos y preguntas sobre epicentros y magnitudes, en la vida real muchos se enfrentaron a un miedo muy concreto: el de vivir en un país que, a pesar de estar sobre fallas geológicas activas, ha hecho poco por reducir sus vulnerabilidades estructurales y sociales.
No es novedad que el crecimiento desordenado genera construcciones informales........

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