La burocracia nació para organizar el funcionamiento del Estado, proteger al ciudadano y asegurar que las normas se cumplan. Pero en Perú, con honrosas excepciones, esa burocracia se ha convertido en una dictadura silenciosa que, crece sin control, se sobrerregula, se corrompe, se ideologiza y termina por bloquear todo intento de desarrollo.

No hay una sola facción burocrática, hay muchas. Algunas tecnocráticas, otras ideológicas, otras convenidas por su propia supervivencia y otras simplemente corruptas. Pueden ser distintas, pero se protegen entre sí. La burocracia no responde al voto popular, pero controla lo esencial: reglamentos, permisos, autorizaciones, plazos e interpretaciones legales.........

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