El nuevo ministro de Economía y Finanzas, José Salardi, ha tomado el toro por las astas al anunciar un “shock” de medidas que apunta a fortalecer la participación del sector privado en el desarrollo del país. Por otro, señaló la necesidad de tener un “shock” regulatorio de la burocracia; y con justificado entusiasmo estimó que el presente año la economía tendría un crecimiento de 4%, porcentaje por encima de lo proyectado en el Marco Económico Multianual, y lo previsto por el BCR.

El ministro habló de desarrollo, concepto superlativo a crecimiento, y que ha sido ausente del vocabulario al cual nos tienen acostumbrados los economistas esquemáticos y dogmáticos que, con la retórica del “chorreo”, han incrementado las brechas socioeconómicas, lo que se refleja en los niveles de pobreza multidimensional. Entonces, ¿cuál es la tarea pendiente?

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