Nada hubiera sido igual
Sin tratarse de alguien de mi entorno familiar o amical, la muerte de Mario Vargas Llosa se siente como una pérdida cercanísima, la de alguien cuya presencia ha estado ahí desde inicios de mi adolescencia. Ya sea como la mente detrás de muchas páginas de ficción leídas, como un referente político o como el más articulado defensor de muchas ideas que suscribo, su voz ha resonado fuerte y clara siempre.
Voy a estar siempre agradecido con Vargas Llosa por haberme abierto la puerta a tantos mundos. Desde que leí un libro suyo por primera vez a los 13, ha sido a quien más he leído y vuelto a leer. Ningún autor como nuestro nobel ha sido capaz de, al mismo tiempo, dar vida a historias y personajes tan entrañables, hilarantes o sórdidos (El ‘Sinchi’, ‘Jaguar’, Cayo Bermúdez, el cabo Lituma o ‘Pichulita’ Cuéllar, por mencionar algunos) como aportar tan trascendentalmente a los debates políticos y sociales más relevantes de las últimas décadas.
Vargas Llosa me hizo reír al extremo de la carcajada con las........
© Perú21
