Exigimos una explicación
Por razones seguramente imposibles de ser entendidas del todo, porque en este país así suceden las cosas, en el Perú hay una estatua de Condorito al lado del océano Pacífico.
Condorito, lo sabemos, es un amable personaje de historieta chileno que representa a un cóndor andino. Tiene amigos pintorescos y una eterna novia curvilínea que ha avivado millones de hormonas púberes panamericanas. Yayita, triste hubiera sido la infancia sin ti.
Condorito hace chistes inocuos que indefectiblemente acaban en una reacción parecida a un desmayo, caracterizado por la onomatopeya producida por el impacto de la anatomía contra el suelo. La constancia sonora de la ley de la gravedad que sir Isaac Newton nunca escuchó.
Su emplumada figura debe ser el símbolo más amable de Chile, país que siempre se ha mostrado interesado en apropiarse de atributos peruanos. Esa angurria empezó con Arica, incendió Chorrillos, siguieron la chirimoya y un largo etecé, simbolizado por la terca obsesión con una denominación de origen prehispánica, nuestro Pisco, que ellos producen en la capacidad de limpiaventanas de rango medio.
Condorito, hasta donde........
© Perú21
