Cuando era chico, tendría unos 5 o 6 años, en Ancón, balneario al que iba mi familia en los años 80, había un profesor de natación llamado ‘Machete’. La clase de natación de ‘Machete’ consistía en llevarnos al muelle público San Martín y arrojarnos al mar. Así de simple. Te tiraba al océano y tenías que remar por tu vida. O nadabas, o te hundías.

Claro, no iba a dejar que te ahogaras, ‘Machete’ estaba siempre atento, confiando en que aunque sea en........

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