Recientemente, el programa de streaming Nadie se salva entrevistó a Guillermo Bermejo y este hizo lo que quiso. No por amistad, sino por desconocimiento de los conductores, el congresista pudo decir muchas mentiras y datos inexactos sin ningún problema, sin cuestionamientos serios. Una vez más, es importante recordar que la labor del periodismo no es para cualquiera.

El congresista, quien además aprovechó en anunciar su candidatura a la presidencia, brindó muchos datos falsos sobre Venezuela y el Perú, pero nadie estuvo en la posición de contradecirlo: ni Jhovan Tomasevich ni Gabriel Calvo y menos Pablo Saldarriaga. Su equipo detrás de cámara tampoco. Lamentablemente, muchas personas aún creen que este formato de conversaciones, como si el diálogo fuese en el salón de su casa y sin demasiada rigurosidad, puede ser utilizado en temas políticos y económicos.

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