Es ya un cliché. Cada vez que aparece una persona afro, gay, trans o con discapacidad en alguna serie, película, novela, dibujo animado o hasta en un reality, un grupo de personas protesta: “¡Eso es inclusión forzada!”. Se trata de un término que algunas personas al utilizarlo se creen pensadores críticos, aunque su uso sea solo la excusa favorita para justificar la incomodidad de ver a alguien diferente de lo que se acostumbraba en pantalla o en general en cualquier espacio que lo muestre.

Lo cierto es que si ahora vemos más personas afrodescendientes, latinas (en producciones americanas, por ejemplo), LGBTIQ o con discapacidad en productos audiovisuales, no es porque antes no existieran. Es porque antes se les excluía —consciente o inconscientemente— de cualquier posibilidad de representar una historia. El mundo siempre ha sido diverso, pero quienes crearon ficción nos la contaron en........

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