Techo propio, suelo ajeno
Los negocios criminales en Lima son las drogas, la prostitución, la extorsión y el sicariato. El más rentable tiene nombre ilustre: apropiación de la plusvalía del suelo. En simple: el tráfico de tierras, la invasión, la lotización informal y la corrupción para el cambio del uso. Me explico. Un terreno en el desierto (eriazo) vale casi nada, no sirve para vivir, no tiene caminos para llegar ni servicios. Si está en el valle, digamos que vale 100 porque es zona agrícola y se puede construir una casa huerta. Cuando el área califique como zona de expansión urbana, el terreno podrá valer 200 porque se puede lotizar para viviendas de dos pisos. Si se incrementa la densidad a media o alta, se pueden construir edificios de entre cuatro y diez pisos. Entonces, el valor del mismo terreno llega a 400 o 1,000. Si califica como zona comercial, el valor puede trepar a 1,500. En toda esta historia, el valor del terreno se ha multiplicado 15 veces. ¿De quién es la plusvalía? “Del propietario, pues”, me dirá. Pero si el propietario no ha invertido nada, ha........
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