Las noticias destacan la bronca entre Elon Musk y Donald Trump, explosiva por el poder que tienen y por sus personalidades, dispuestas al escándalo y al conflicto. A simple vista, la pelea parece una extravagancia de multimillonarios. Sin embargo, está lejos de ser una anécdota. Repasemos los hechos. El primero: Musk actuaba como ministro de Estado, pero no lo era. Le habían creado un puesto a medida, jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Su meta era reducir el déficit fiscal. Como si tuviese juguete nuevo, Musk empezó a despedir funcionarios y a cortar cooperación internacional. Pero todo eso fue casi nada, porque el déficit se explica por otros gastos. Así que Musk había botado gente por las puras. Según varias encuestas, el gabinete de Trump estaba a la baja. Musk tenía la peor calificación. Su salida estaba cantada. Cuando se anunció, Trump y Musk aparecieron, sin los entusiasmos de veces anteriores, pero con cordialidad. A Musk lo habían........

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